Mucha gente se pregunta...

¿Por qué narices me cuesta tanto cambiar y, sobre todo, mantener los cambios en el tiempo?

« Los malos hábitos se repiten constantemente no porque tú no los quieras cambiar, sino porque tienes un sistema que no funciona.»

- James Clear (Hábitos Atómicos)

Hay muchas posibilidades de que tengas un sistema que no funciona o, lo que es aún más probable, no tienes ningún sistema para cambiar, y vas confiando en tu fuerza de voluntad para dejar tus malas costumbres (al menos eso es lo que me pasaba a mi).

Quizás crees que eres un desastre, o que no puedes porque tienes unos (malos) hábitos implementados desde hace demasiado tiempo...

Si es tu caso no te preocupes, es lo habitual (más abajo verás claramente por qué)

Decirte que a mí nada me funcionó hasta que dejé de hacer las cosas como siempre me habían dicho, y empecé a aplicar mi propio sistema basado en micro hábitos.

Y, cuando lo hice, los resultados llegaron de forma natural y eso es lo que quiero compartir aquí contigo.

Lo primero, una cosa importante.

Hay 3 motivos principales por los cuales no consigues cambiar de hábitos.

Para que algo de esto tenga sentido, tienes que leer con atención lo siguiente:

1. El primer motivo: rábanos y galletas de chocolate.

En 1998 Roy Baumeister, psicólogo y profesor de la Universidad de Florida, realizó un experimento para analizar si la fuerza de voluntad era algo de lo que disponíamos en cantidades ilimitadas o era una capacidad finita.

Los participantes fueron divididos en 3 grupos y se les pidió que ayunaran durante la noche.

En una sala con olor a galletas recién horneadas, se les presentó un bol de rábanos y un plato de galletas de chocolate.

Al primer grupo se le permitió comer rábanos, pero no las galletas.

Al segundo grupo se le permitió comer todas las galletas que quisieran.

Al tercer grupo no se les ofreció comida.

Luego se les dio 15 minutos para completar un cuestionario y se les llevó a otra habitación donde se les presentaron unos rompecabezas geométricos imposibles.

Lo que los investigadores realmente querían saber, era cuánto tiempo persistirían los participantes de cada grupo en tratar de resolver estos rompecabezas que, recordemos, eran imposibles de resolver.

¿Qué tiene que ver esto contigo?

Los participantes del grupo 1, los que habían pasado 15 minutos resistiéndose a las galletas, desistieron su intento por resolver el rompecabezas a los 8 minutos.

Los participantes del segundo grupo, a los que se les permitió comer las galletas, y los del grupo de control, que no encontraron comida alguna en la habitación, persistieron en intentar solucionar esos rompecabezas geométricos imposibles durante casi 19 minutos.

Estuvieron 11 minutos más intentándolo, porque sencillamente aún disponían de fuerza de voluntad. 

Con este experimento, y muchos más que se han hecho desde entonces, ha quedado probado que la fuerza de voluntad es una energía que poseemos, pero que es limitada.

(De hecho, se estima que el límite de autocontrol es de unos 15 minutos).  

☞ ¿Cómo vamos a tirar de fuerza de voluntad para cambiar un hábito, si solo disponemos de 15 minutos en un momento determinado?

Aunque hay formas de ir rellenando las reservas, podemos usar la fuerza de voluntad como motor de arranque, pero no es una estrategia en la que podamos confiar a largo plazo.

Entonces, saquemos la fuerza de voluntad de la ecuación.

 Ese era el primer motivo.

2. El segundo motivo: un campo de hierba.

¿Por qué nos proponemos hacer un cambio, y a la que nos descuidamos, volvemos a nuestras viejas costumbres?

Esta es la explicación (y la solución).

Nuestro cerebro tiene rutas neuronales arraigadas por hábitos establecidos.

Imagina tu cerebro como un campo de hierba. Cada vez que hacemos una acción, es como si estuviéramos recorriendo un camino, pasando siempre por el mismo sitio.

¿Qué pasa si pasamos cientos o miles de veces por un mismo sitio? Que se crean unos caminos muy marcado en la hierba.

Esos caminos son los viejos (malos ) hábitos, y querer romper con los malos hábitos es como intentar que crezca hierba en ese camino tan marcado (complicado).

Es más efectivo crear caminos nuevos. Dejar de pasar por caminos gastados (desvincular estas rutas neuronales), a base de pequeñas repeticiones (acostumbrarnos a pasar por caminos nuevos).

Bien, pues ya hemos visto 2 de los motivos por los que nos cuesta tanto cambiar y, sobre todo, mantener los cambios en el tiempo.

1. La (poca) fuerza de voluntad

2. Querer cambiar hábitos (hacer crecer hierba en caminos gastados) en lugar de buscar nuevos caminos.

Pero te he dicho que había tres.

* Si quieres saber el tercero, sigue leyendo. Si no quieres saber nada más y lo único que quieres es comprar el sistema ahora mismo, haz click en el botón rosa (donde pone pagar)

*Pago seguro con tarjeta. Acceso para siempre.

3. El tercer motivo: cómo conseguir lo que quieres, olvidándote de lo que quieres conseguir (o lo que el 99% de la gente hace al revés, y por eso no lo consigue).

Si perteneces a ese 99%, e imagino que si estás ahora mismo aquí es porque perteneces, es normal que hasta ahora tus intentos por cambiar no te hayan funcionado.

Hay una cosa primordial que no estás haciendo bien.

Es una cosa tan de base, que si no llegamos a ella es casi imposible cambiar. Y digo casi por no decir imposible del todo.

Y no tiene que ver con fuerza de voluntad, eso ya hemos visto que no va a funcionar como estrategia a largo plazo.

Tampoco tiene que ver con la motivación. La vamos a necesitar, pero una de verdad (en el video 4 te explico cómo llegaremos a ella, y te propondré un ejercicio para que encuentres la tuya).

 Muy bien.

 ¿Con qué tiene que ver entonces?

 Con algo más profundo. Te lo explico hablando de donuts en uno de los video tutoriales.

 (Concretamente en el video 3).

Si algo de lo que has leído te interesa, puedes comprar es el botón rosa (donde pone pagar).

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¿Qué hay dentro?

Respeto tu tiempo y tu inteligencia, por eso el contenido de este, y de mis otros programas, está curado (como el buen jamón).

No hay paja ni contenido de relleno para que parezca que hay mucho (aunque no sirva de nada).

¿Quién tiene tiempo para eso? Yo no, y apostaría a que tú tampoco.

Estes sistema tiene (solo) información finamente destilada y simplificada para que los conceptos se entiendan de forma fácil y puedas ponerlos en práctica desde ya.

Aquí vamos al grano con un sistema que funciona, y que en 24 horas puedes tener en marcha y a todo gas.

Porque pasa una cosa.

Llevar un registro de hábitos está muy bien, es mejor que no llevarlo. Pero ¿sabes qué es aún mejor?

✓ Saber exactamente qué tienes que registrar, para no perder tiempo y esfuerzo en cosas que no te servirán.

✓ Entender por qué lo que has estado haciendo hasta ahora no te ha funcionado, y cuál es la forma correcta de cambiar un hábito. 

✓ Aplicar un sistema sencillo y realista, que te llevará a conseguir tus objetivos.

Y porque ni tú ni tu vida es igual que la de tu cuñada, tu compañero de trabajo o la vecina del quinto, la clave es crear, paso a paso, tu sistema de Micro Hábitos personalizado que sea efectivo para ti, para tu vida y tu circunstancia.

Este es un sistema de 8 videos + plantillas del Diario de Micro Hábitos.

Este es el contenido:

1. De qué va esto de los hábitos y cómo pueden ayudarte a perder peso (o a lo que quieras).
2. No puedes contar con tu fuerza de voluntad, y es normal. Veremos por qué y qué hay que hacer entonces.
3. Esto es lo que estabas haciendo mal (y si lo sigues haciendo, nada cambiará)
4. La solución, sencilla y potente, que poca gente usa por parecerles demasiado fácil (y que es lo único que en realidad te funcionará).
5. Trabajo Previo que hay que hacer sí o sí, y que ningún gurú te contará.
6. El motor que hará que todo esto funcione. Probablemente ni se te ha pasado por la cabeza.
7. Diseñando tu sistema. Página A - La mayoría de gente no hace esto, y por eso pasa años con la sensación de estar intentando algo, pero, en realidad, sin conseguir nada.
8. Diseñando tu sistema. Página B. Vendría a ser la segunda parte del punto anterior.
   

¿Quién ha creado este programa?

Hola, yo. Yo lo he creado (y más abajo te cuento la razón, que es más egoista de lo que crees).

Qué tal, soy Diana.

Antes de nada debo decirte que ni soy ni coach, ni gurú, ni una iluminada que ha venido del más allá para resolver todos tus problemas vitales.*

Soy una mujer de 48 años que ha pasado más de media vida a dieta, y que ha ido haciendo un camino gracias al cual he conseguido estar mejor ahora que cuando tenía 30 años.

Yo hace unos años.

Soy alguien que ha aprendido a hacer cosas sencillas para afrontar los años que tengo por delante con salud, alegría e independencia.

(Mi teoría es que las dos primeras favorecen la tercera).

En este, y otros programas que verás en mi perfil, comparto todos mis aprendizajes con mujeres (y hombres) que están donde yo estaba hace unos años, para ahorrarles tiempo y frustración.

¿Lo hago por ti?

No, lo hago por mí. Si con ello ayudo a gente, pues perfecto. Pero el principal motivo por el que he creado este programa (y todos los demás) es por adquirir un compromiso conmigo misma.

✓ Para no olvidarme de lo que he conseguido, y volver al camino cuando las cosas se tuercen.

✓ Porque es la forma de plasmar lo que he aprendido hasta ahora, y tener una motivación para seguir aprendiendo.

✓ Porque el feedback tan positivo de la gente que hacéis los cursos me da vida, me alegra y me ayuda a seguir mejorando.

Con 48 años me veo y me siento mejor que con 30.

* apoyo mis contenidos en profesionales (nutricionistas/psicólogos) y en ciencia. No en esoterismo ni guruismo del tres al cuarto.

Para empezar a pasar por nuevos caminos, es en el botón rosa (donde pone pagar).

*Pago seguro con tarjeta. Acceso para siempre.

Nos leemos,

Diana